La página web yoborges.com.ar es puro tributo y diversión. Una invitación original que promete viralizarse. Quien ingresa en la página web -en los primeros tres días lo hicieron unas 2271 personas- encuentra trece versos, ordenados en tres estrofas, y entre seis y diez opciones de texto para cada una de esas líneas (por default, en el remate se sugiere: Como el otro, este juego es infinito).
El participante -con mayor o menor dedicación, según sus posibilidades literarias- finalmente armará alguna de las 415.000.000.000 de combinaciones posibles para dar con el poema perfecto. O, simplemente, jugará a ser Borges.
"Es por amor a Borges, como humildes lectores de él que somos", asegura Sergio Rosemblat, de la agencia N3ctar, con bastante experiencia andada en comunicación desde lugares insospechados. "Por amor a hacer cosas copadas que ayuden a pensar" desarrollaron yoborges.com.ar, idea de otro creativo publicitario, conocido en las redes sociales como Diego de la Fuente, seudónimo que también usa en este proyecto.
Los muy curiosos pueden animarse a desenmarañar el resumen y la hipótesis elaborada detrás de este proyecto. Las razones matemáticas del caso, las citas borgeanas que fundamentan la dinámica. Nada muy claro, pero en apariencia bien sesudo.
Y si, finalmente, es preciso encontrarle una buena razón al asunto -más allá del argumento lúdico-, el lector y el usuario verán que, una vez completada la experiencia de crear el poema perfecto, cuando quiera compartirlo en Facebook, Twitter o por mail con algún amigo, será invitado a colaborar con la Fundación Huésped en la lucha contra el sida, que es la única posible beneficiaria de este insólito entretenimiento.